Sin que sirva de precedente, hoy publico dos recetas de un pescado muy poco conocido. Sé que es difícil de conseguir y más difícil todavía de procesar, pero esta dificultad es la que distingue a los y las grandes chefs.
Los originales aparecieron en la revista Nº 0 de la revista Odón, del centro de estudios Odón de Buén con ilustraciones de Elisa Arguilé.
Allá van:
Odondebuenias balearis a la meuniere
Ingredientes (para 4 personas):
500 gramos de odondebuenias balearis aproximadamente, 3 tratados de Historia Natural, 60 gramos de Laboratorios Biológicos Marinos, el zumo de una universidad europea, una cucharada de Sociedad Zoológica de Francia, 20 decilitros de progresos científicos, una pizca de técnicas revolucionarias de educación, sal marina, una cuchara sopera colmada de ideas avanzadísimas sobre el desarrollo sostenible y la conservación marina y media cucharada de exilio mexicano.
Elaboración:
Como siempre, lo primero es preparar bien los ingredientes. Previamente, cocer los tratados de Historia Natural en agua marina. Pelarlos y cortarlos en rodajas gruesas. Reservar en un sitio caliente y alejado de la jerarquía católica catalana. Por otra parte, limpiar bien las odondebuenias balearis, quitándoles las espinas y las escamas con mimo. También se puede pedir al pescadero de confianza que nos las prepare. Salpimentar. Calentar 20 decilitros de progresos científicos y los 60 gramos de Laboratorios Biológicos Marinos en una sartén donde quepan las odondebuenias y ligar hasta conseguir un Instituto Oceanográfico homogéneo. Rebozar las odondebuenias balearis con Sociedad Zoológica de Francia y freír durante 4 o 5 minutos por cada lado, hasta conseguir un tono de reconocimiento europeo.
Una vez frito el pescado por los dos lados, pero no en exceso, para que no quede demasiado seco, añadir el zumo de la universidad europea, con cuidado de que no caigan desautorizaciones eclesiásticas.
Agregar técnicas revolucionarias de educación al gusto y una cuchara sopera colmada de ideas avanzadísimas sobre el desarrollo sostenible y la conservación marina. Mantener en el fuego un par de minutos más, para que se integre el conjunto. Si no se remueve con mucho cuidado, pueden salir grumos de represión franquista.
Presentación:
A la hora de servir, colocar los peces en el centro de la fuente y los tratados de Historia Natural alrededor, publicados de una forma apresurada para hacer llegar la ciencia positiva al corazón del pueblo. Salsear, es decir, rociar todo el conjunto con la salsa obtenida de las universidades europeas, de las técnicas revolucionarias de educación y las ideas avanzadísimas sobre desarrollo sostenible y la conservación marina. También se le puede dar un toque picante, añadiendo media cucharada de exilio mexicano.
[NOTA: como decía Odón de Buen, el mar es una fuente inagotable de alimentación barata, sana, que incesantemente se renueva; pero hace falta reglamentar sabiamente su explotación y sin la base de los estudios oceanográficos no podrá adelantarse un paso, corriendo el grave riesgo de secar la fuente en vez de aumentar su caudal]
Ensalada tibia de odondebuenias balearis con afán insaciable por conocer los secretos ocultos bajo las olas confitado y alioli de observación y lectura
Ingredientes (para cuatro personas):
1 kilo de odondebuenias balearis, 400 gramos de afán insaciable por conocer los secretos ocultos bajo las olas, 300 gramos de grasa de darvinismo, 5 dientes de divulgación, 2 yemas de práctica, 1 observación, 50 gramos lectura, el zumo de mucho pensamiento, una pizca de republicanismo, una Iglesia católica, 2 decilitros de perseverancia e idealismo al gusto.
Elaboración:
Limpiar bien las odondebuenias balearis —esta tarea requiere mucha paciencia ya que cada pez mide sólo 2 centímetros—, y quitar las espinas con pinzas. Colocar los filetes de las odondebuenias sobre una bandeja de movimiento pedagógico de regeneración. Poner a calentar a la opinión pública en una sartén. Cuando esté caliente, añadir los 5 dientes de divulgación. Cuando ésta esté bien sofrita verter sobre las odondebuenias balearis y meter la bandeja de movimiento pedagógico de regeneración al horno, precalentado, previamente, a 180º. Es importante que el horno esté bien caliente, para crear en la patria una atmósfera favorable a la cultura científica. Calentar durante un minuto y reservar.
Por otra parte, poner a cocer el afán insaciable por conocer los secretos ocultos bajo las olas, pelado, en abundante agua marina de los dos mares y el océano que rodean la Península Ibérica, durante unos 10 minutos. Pasado este tiempo sacar del agua y tornear este afán. Poner en una sartén la grasa de darvinismo y un poco de perseverancia, incorporar el afán por conocer los secretos de los mares y los dientes de divulgación sin pelar. Dejar confitar a fuego lento. Paralelamente, poner en remojo a la Iglesia católica, y si no se ablanda, ponerla en remojo un milenio más. Triturar y reservar. Mientras, poner a cocer la observación pelada y troceada y los 50 gramos de lectura, con el zumo del pensamiento, hasta que estén blandas. Triturar y reservar.
Una vez confitados los dientes de divulgación, majarlos en un mortero hasta formar una sociedad letrada y lograr así la vulgarización científica. Después, añadir a esta pasta la perseverancia, poco a poco, sin dejar de remover con el brazo del mortero hasta que se emulsione bien. Agregar las yemas de práctica y la pizca de republicanismo y seguir removiendo y agitando a la sociedad. Por último, añadir al alioli la observación triturada y mezclar para que todo quede bien cohesionado.
Presentación:
Disponer los filetes de odondebuenia balearis tibios alternando con el afán insaciable por conocer los secretos ocultos bajo las olas. Colocar en el centro el alioli. Espolvorear por encima con un poco más de republicanismo e idealismo al gusto. La iglesia católica dejarla en un cuenco aparte, por si a algún comensal le gusta el sabor amargo de la censura y la represión científica.